¿Cómo afectarán estas tendencias en la masa salarial y el empleo al consumo privado y a la economía chilena en general en el mediano plazo?

En los últimos meses, los ingresos laborales de los trabajadores chilenos han mostrado signos de estabilización, a pesar de que la inflación continúa por encima del objetivo del 3% fijado por el Banco Central de Chile. Según un reciente informe de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), la masa salarial, que representa el total de ingresos laborales de los trabajadores remunerados, experimentó un crecimiento interanual del 6,3% en abril, una cifra que se aproxima al 6,4% registrado en marzo. Este indicador es crucial para evaluar la evolución del consumo privado, que a su vez influye en la dinámica económica general del país.

La masa salarial ha sido un barómetro clave en la evaluación de la economía chilena, ya que refleja tanto el crecimiento de las remuneraciones reales como el aumento en el empleo asalariado. En abril, se observó una ligera desaceleración en la expansión de la masa salarial debido a un menor crecimiento de las remuneraciones reales, que aumentaron un 2,1%, por debajo del 2,4% registrado en los últimos 12 meses. Sin embargo, esta desaceleración fue parcialmente compensada por un aumento del 4,1% en el empleo asalariado, lo que permitió mantener una tasa de crecimiento sólida en el indicador.

Considerando a todos los trabajadores, incluidos aquellos no remunerados, el volumen total de ingresos laborales se expandió un 5,9% en abril, manteniéndose constante en comparación con marzo. Este crecimiento sostenido llevó a un incremento trimestral del 5,7%, reflejando una resiliencia en el mercado laboral chileno a pesar de los desafíos inflacionarios y las incertidumbres económicas a nivel global.

No obstante, la CCS prevé una “moderación” en la tasa de crecimiento de la masa salarial en los próximos meses. Esta proyección se basa en las bases de comparación más exigentes que se esperan en el futuro, lo que podría llevar a una desaceleración del indicador hacia un rango de expansión del 3% al 4%.

El análisis sectorial revela que el empleo ha crecido en casi todos los sectores económicos durante el último año, con la excepción de la industria manufacturera, que registró una disminución del 1,1%. Entre los sectores que experimentaron un mayor crecimiento del empleo, la administración pública se destacó con un incremento del 13,1%, seguida por el sector de transporte y almacenamiento, con un 6,9%, y el comercio, con un 5,2%. Este crecimiento del empleo público se tradujo en un aumento de 25 mil personas en la plantilla estatal, mientras que el empleo privado creció en más de 241 mil puestos, una cifra significativa que subraya la fortaleza del sector privado en la creación de empleo.

En cuanto a las remuneraciones nominales, estas crecieron un 5,9% en promedio, con los sectores financiero y comercial liderando el aumento, ambos con incrementos superiores al 7%. El sector de alojamiento y comidas también registró un crecimiento notable, con un incremento del 6%. Por otro lado, las remuneraciones en el sector público crecieron un 5,6%, lo que representa su mayor expansión en lo que va del año, indicando un esfuerzo por parte del Estado para mantener la competitividad salarial frente al sector privado.