Los Datos, el Nuevo Petróleo:

La Revolución de los Centros de Datos y su Impacto en el Consumo Energético Global

Publicado en: 31/07/2024

¿Cual es el recurso más preciado en el mundo? El agua? los combustibles fósiles? los metales preciosos?

En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, los datos han emergido como el recurso más preciado del siglo XXI. Si alguna vez se consideró que el petróleo era la clave del desarrollo económico y el motor de la industria, hoy en día, los datos han tomado ese lugar, impulsando la innovación en casi todos los sectores. La famosa frase “los datos son el nuevo petróleo”, acuñada por el matemático británico Clive Humby en 2006, subraya esta transformación, destacando el valor inmenso que poseen los datos para las empresas y las industrias.

El impacto de los datos en la economía global es innegable. Empresas de renombre mundial han adoptado modelos basados en big data, machine learning e inteligencia artificial, todos ellos demandando enormes cantidades de datos para funcionar de manera óptima. Estas tecnologías permiten a las empresas analizar patrones de consumo, prever tendencias y tomar decisiones informadas, lo que les otorga una ventaja competitiva crucial en el mercado global.

Uno de los aspectos más preocupantes de la creciente dependencia de los datos es el consumo energético de los centros de datos, las instalaciones donde se almacenan y procesan estas vastas cantidades de información. Según la Agencia Internacional de Energía, en 2022, el consumo energético promedio de los centros de datos a nivel mundial alcanzó los 460 teravatios-hora (TWh), lo que equivale al 2% del consumo total de electricidad en el planeta. Aunque este porcentaje puede parecer pequeño, las proyecciones indican que el consumo energético de los centros de datos podría duplicarse para 2026, superando los 1.000 TWh, debido al avance de la inteligencia artificial (IA) y las criptomonedas.

Este crecimiento exponencial en el consumo energético no solo plantea desafíos en términos de sostenibilidad, sino que también pone en evidencia la necesidad de adoptar medidas para reducir el impacto ambiental de los centros de datos. Además del consumo eléctrico, los centros de datos enfrentan un desafío significativo en cuanto a su huella hídrica, ya que necesitan grandes cantidades de agua para operar y enfriar sus equipos. Este aspecto es especialmente crítico en regiones donde el agua es un recurso escaso, lo que ha llevado a muchas empresas a buscar soluciones innovadoras para minimizar su consumo hídrico.

En este contexto, Chile se ha convertido en un actor relevante en el desarrollo de centros de datos en América Latina. Actualmente, el país cuenta con 22 centros de datos operando y 28 proyectos en desarrollo, con una inversión proyectada de US$ 2.512 millones para 2030. La ubicación estratégica de Chile, sumada a su estabilidad económica y política, ha atraído a empresas tecnológicas de todo el mundo a invertir en el país.

Para enfrentar los desafíos asociados al consumo energético y la huella hídrica de los centros de datos, el Gobierno chileno ha lanzado el Plan Nacional de Data Centers. Este plan tiene como objetivo fomentar el uso de energías renovables y minimizar el consumo de agua en los centros de datos, en colaboración con el sector privado. La iniciativa busca posicionar a Chile como un líder en sostenibilidad tecnológica, promoviendo la inversión en infraestructuras energéticamente eficientes y con bajo impacto ambiental.

Un ejemplo destacado de este enfoque es el centro de datos de Google en Quilicura, que opera utilizando energía 100% renovable. Además, Google se ha comprometido a reponer más agua de la que consume para 2030, lo que refleja su compromiso con la sostenibilidad. Esta medida no solo beneficia al medio ambiente, sino que también posiciona a Google como un líder en responsabilidad corporativa en la industria tecnológica.

Otros actores importantes en el mercado chileno de centros de datos incluyen a ClaroVTR, Telefónica y AWS (Amazon Web Services), que también están implementando medidas para reducir su impacto ambiental. Estas empresas están invirtiendo en tecnologías de enfriamiento más eficientes y en la generación de energía renovable para alimentar sus centros de datos, lo que contribuye a reducir la huella de carbono de la industria en Chile.

El futuro de los centros de datos en Chile y en el mundo está estrechamente ligado a la adopción de prácticas sostenibles. A medida que la demanda de datos continúa creciendo, es imperativo que las empresas y los gobiernos trabajen juntos para desarrollar infraestructuras que sean tanto eficientes como respetuosas con el medio ambiente. La transición hacia el uso de energías renovables y la implementación de tecnologías que minimicen el consumo hídrico serán clave para asegurar un desarrollo tecnológico sostenible.

En conclusión, los datos han emergido como el nuevo petróleo en la economía global, impulsando la innovación y el crecimiento en múltiples sectores. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, especialmente en términos de sostenibilidad. El caso de Chile, con su ambicioso Plan Nacional de Data Centers y las inversiones de empresas globales en infraestructuras sostenibles, muestra que es posible combinar el progreso tecnológico con el respeto por el medio ambiente. A medida que la demanda de datos sigue en aumento, la adopción de prácticas sostenibles será esencial para asegurar un futuro en el que el desarrollo tecnológico y la protección del medio ambiente vayan de la mano.

En resumen:

El avance de la digitalización ha convertido a los datos en el recurso más valioso del siglo XXI. Los centros de datos, esenciales para el almacenamiento y procesamiento de información, enfrentan desafíos significativos en términos de consumo energético y huella hídrica. En Chile, el Gobierno ha lanzado un Plan Nacional de Data Centers para promover el uso de energías renovables y minimizar el impacto ambiental. Empresas como Google y AWS ya están implementando medidas sostenibles en sus operaciones, destacando la importancia de combinar el progreso tecnológico con la protección del medio ambiente.

2.Los Datos, el Nuevo Petróleo