El Gobierno de Chile presentó un ambicioso paquete de medidas destinado a revitalizar la industria del turismo, seriamente afectada por la pandemia. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la propuesta de devolver el IVA a los visitantes extranjeros por los bienes comprados en territorio chileno, con el objetivo de recuperar las cifras de visitantes previas a la crisis sanitaria. Esta medida busca no solo atraer a más turistas, sino también incentivar el consumo dentro del país, aliviando así la alicaída economía del sector turístico.

El esquema propuesto permitirá que más del 60% de los pagos realizados por turistas extranjeros en Chile estén exentos del IVA. El modelo sigue el ejemplo de la Unión Europea y Uruguay, donde sistemas similares han demostrado ser exitosos. Los turistas podrán solicitar la devolución del IVA por bienes adquiridos en Chile que puedan llevar en su equipaje al abandonar el país. Para ello, deberán presentar todas las facturas emitidas por el comercio local que cumplan con los requisitos de devolución. El monto a devolver será el equivalente al IVA pagado por los bienes, menos los costos de administración del servicio de devolución.

Sin embargo, la implementación de este plan ha generado cierta controversia, especialmente en lo referente a su financiamiento. Para cubrir los costos y financiar otros aspectos del plan, se introducirá una tasa del 1,25% sobre el precio de los servicios de hospedaje contratados por turistas extranjeros, incluyendo aquellos reservados a través de plataformas digitales. Este punto ha suscitado debate, ya que algunos actores del sector temen que esta nueva tasa pueda desincentivar el uso de servicios de hospedaje en el país, contrarrestando los beneficios esperados de la devolución del IVA.

La devolución del IVA tiene como principal objetivo hacer de Chile un destino más atractivo para los turistas internacionales, incentivando el gasto en productos locales. Esta medida podría tener un impacto positivo inmediato al aumentar el flujo de turistas y el consumo, beneficiando a diversos sectores de la economía, desde el comercio minorista hasta la industria de servicios.

Sin embargo, la introducción de una nueva tasa del 1,25% sobre los servicios de hospedaje podría tener repercusiones a mediano y largo plazo. Aunque se espera que el incremento sea marginal y no disuada significativamente a los turistas, es crucial monitorear su impacto en el comportamiento de los visitantes y en la competitividad del sector turístico chileno frente a otros destinos.

Además, es importante considerar cómo estas medidas interactúan con el ecosistema digital del turismo. Plataformas como Airbnb y Booking.com, que han ganado popularidad entre los viajeros, podrían verse afectadas por la nueva tasa, lo que podría influir en las decisiones de alojamiento de los turistas. La percepción de Chile como un destino asequible y atractivo dependerá de cómo se comuniquen y gestionen estos cambios.

¿Crees que esta medida podría tener repercusiones negativas a largo y mediano plazo?

En resumen, la devolución del IVA a los turistas extranjeros representa una oportunidad significativa para revitalizar el turismo en Chile, pero debe ser implementada con cuidado para evitar efectos negativos no deseados. La coordinación efectiva entre el gobierno, el sector privado y las plataformas digitales será esencial para maximizar los beneficios y minimizar las posibles repercusiones negativas de estas medidas.